La madre de un sospechoso alza la voz y asegura que su hijo no estaba en sus facultades mentales cuando atacó sexualmente a una mujer caminando en las calles de Long Beach.

Hace diez años visto en videos Miguel Ávila, hablando con paredes y objetos, aseguró su madre. Pero el pasado 20 de octubre, fue captado en cámara, cuando caminando en la vía pública, se bajó la cremallera del pantalón, se acercó a una mujer, y le subió la falda, ella cayó al suelo.

El sospechoso de 30 años de edad salió corriendo pero poco después fue detenido. Por lo que su madre le suplica a las autoridades tomar en cuenta su condición mental. Ella dice que su hijo sufre de esquizofrenia.

“El oye voces, habla con los árboles con todo,” Rosa Figueroa dijo. “Yo tenía un pescado grande me lo mató porque lo corría que le decía que se fuera.”

En un inicio, la fiscalía de Los Ángeles le imputó dos cargos menores por la agresión. Sin embargo, la víctima denunció públicamente que las consecuencias debían ser mayores, y la oficina del fiscal del distrito angelino informó que interrogaría a un nuevo testigo, y le sumó un cargo severo — una felonía. Doña Rosa rechaza que su hijo deba terminar tras las rejas.

“No estoy de acuerdo con lo que hizo… le pido disculpas a la persona que asustó… Pero está enfermo necesita ayuda le pido a la jueza que le de 2 a 3 años en un centro de rehabilitación bajo llave… que no se pueda escapar…”

Y es que explicó que Miguel Avila ha estado internado en centros de salud mental, y además abusa de sustancias. Dijo que estudió mecánica de aviones, pero que desde hace cinco años le pidió retirarse de su casa. Por otro lado, la mujer que sufrió el acoso sexual cree que si el sospechoso queda libre podría terminando violando a una víctima.

“yo quiero ayuda para mi hijo, no que lo dejen en libertad,” Figeueroa nos dijo. “Porque puede matar a alguien, o me lo mata la policía o me mata a mi.”

Avila tendrá una comparecencia por los cargos menores, y el 14 de noviembre tendrá otra para el cargo más severo. La víctima no quiso hacer ningún comentario sobre las declaraciones de la señora Rosa.